El Mundial pide a los comisarios que sean más severos en la aplicación del reglamento tras los incidentes en Argentina
Entre otras muchas declaraciones, la mayoría subidas de tono, Valentino Rossi dijo hace dos semanas en Termas de Río Hondo, en Argentina, que Marc Márquez pensaba que corría solo. Según el italiano, aquel, con su pilotaje, extremadamente agresivo, faltaba al respeto a sus rivales. El problema, según ha observado la organización del Mundial de Motociclismo, es que ese comportamiento del campeón del mundo en la pista argentina no es exclusivo del español. Aquel mismo domingo fueron señalados (que no sancionados) también por su agresividad otros pilotos como Petrucci o Zarco, que le provocó una fractura de radio a Pedrosa. Pero si repasáramos las carreras más recientes de MotoGP saldrían otros muchos nombres. Entre ellos, seguramente, el del propio Rossi. Así las cosas, los organizadores de la competición, con Carmelo Ezpeleta, CEO de Dorna, al frente, han impulsado un cambio de rumbo.
A partir de ahora habrá sanciones más duras para aquellos a los que se pueda achacar un “pilotaje irresponsable”, el único punto en el reglamento de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) que hace referencia a cómo de agresivo se puede ser en la pista en un deporte en el que el contacto a 300 km/h se ha asumido como una cosa que forma parte del juego.
“Nos han informado de que los comisarios se pondrán firmes y las penalizaciones serán más serias, desde Moto3 a MotoGP”, avanzó Alex Rins, uno de los primeros pilotos que salió de la reunión que cada viernes celebra la Comisión de Seguridad, en la que están presentes los miembros de Dirección de Carrera –el director, Mike Webb, es habitualmente uno de los tres miembros del cuerpo sancionador en cada gran premio, junto a dos comisarios enviados por la FIM–, además de Ezpeleta y todos los pilotos de MotoGP que quieran asistir, que ayer fueron casi todos. Incluidos Márquez y Rossi, los protagonistas del último incidente en carrera (y después de esta). Ninguno de los dos quiso hablar tras el encuentro, aunque Rossi confirmó las informaciones que había ofrecido antes el piloto de Suzuki sobre una reunión de la que ya se había hablado mucho el día anterior. Era necesario aunar criterios, hablar sobre qué se puede y qué no se puede hacer en el circuito y sancionar de igual manera a unos y a otros, sin distinción, para que no se creen agravios comparativos.
“Dorna nos ha informado de que se van a hacer las cosas con más esmero a partir de ahora. Los comisarios de la FIM están informados de lo que ha pasado y van a endurecer las sanciones”, confirmaba Pol Espargaró (KTM), que observó, además, que esta es una buena medida para rebajar la tensión que se ha vivido desde aquella carrera en Argentina y para controlar la agresividad en la pista: “Cuanto más duras sean las sanciones, menos acciones de este tipo habrá”.
Por el momento, sin embargo, no parece que vaya a cambiar o a ampliarse la definición de lo que es un “pilotaje irresponsable”, qué tipo de adelantamientos son limpios ni cuáles rebasan los límites de lo permitido. “El reglamento no hay que cambiarlo, hay que ejecutarlo”, observaba, severo, Maverick Viñales (Yamaha). El juicio dependerá, en todo caso, de los comisarios. Y la orden es que sean más duros de lo que lo han sido hasta ahora.
Fuentes: Nadia Tronchoni-El Pais