lunes, 27 de marzo de 2017

¿CAMBIO DE PASTILLAS? TE ECHAMOS UNA MANO

Cambiar las pastillas de freno de una moto es una de las operaciones de mantenimiento más habituales, y no es nada complicado si tienes claro que tan importante como poner unas nuevas es la higiene del proceso

Cambiar las pastillas de freno es una operación que no se puede retrasar por dos razones. La más importante es que unas pastillas gastadas no frenan bien, y pueden ponernos en problemas en una emergencia. La segunda que si la pastilla se acaba, roza con el disco su soporte metálico, y en muy poco tiempo lo destrozará, con el consiguiente perjuicio económico.

Cambiar las pastillas no es una tarea complicada, pero sí metódica y que requiere paciencia. Al gastarse las pastillas ocurren dos cosas: la primera es que el polvillo que se forma se adhiere al interior de la pinza de freno y las zonas adyacentes, y con el agua y la suciedad forma una capa negra que hay que eliminar, la segunda es que conforme las pastillas se gastan, tienen menos espesor, y esto provoca que el pistón que las empuja en la pinza vaya saliendo y quedando expuesto a ese barrillo formado por el polvo de la pastilla. Como la nueva pastilla vuelve a tener el espesor original, los pistones se tienen que volver a introducir del todo, y si están llenos de porquería, al hacerlo pueden dañar los retenes o quedarse atorados y desplazarse con dificultad. Es por tanto imprescindible limpiar a conciencia tanto el interior de la pinza como todos los pistones, con los productos adecuados, para que no contaminen ni el disco ni las pastillas, y la frenada vuelva a ser la que teníamos al principio.

HERRAMIENTAS PARA EL CAMBIO DE PASTILLAS DE FRENO
Para cambiar unas pastillas de freno no te hace falta tener un taller, pero sí algunas herramientas muy concretas. Lo primero que hay que hacer es quitar las pinzas de freno, y normalmente sus tornillos están muy apretados, así que es necesario tener llaves de calidad. Normalmente son tornillos allen de 8 mm o hexagonales de 12 mm, aunque te puedes encontrar ocasionalmente algo distinto. También es frecuente que las pastillas estén sujetas por un pasador que, o está atornillado en la propia pinza, o tiene una grupilla, que necesitará unos alicates para ser extraída. Este pasador normalmente hay que limpiarlo con un papel de lija para permitir que las pastillas se desplacen sin obstáculos y cambiarlo si se ha marcado. Antes de poner las nuevas piezas hay que limpiar bien, la mejor forma es emplear un spray adecuado, que limpia, desincrusta y extrae los residuos. Por último, hay que disponer de alguna herramienta para volver a introducir los pistones. Normalmente no vas a disponer de útiles especiales y se usa un destornillador grande, pero es importante no hacerlo con las pastillas nuevas para que no se queden marcadas y usar las que vas a quitar, aunque esto obligue a usar herramientas muy grandes.


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